Como si importara la realidad, fué que se depachó con el discurso.
Lo tenía en la garganta hace un montón y sin detener esa sensación:
Por más que el sistema siempre este ahí para testearlo, el humano tiene la forma de entrar en otros lugares.
De repente las paredes, fueron ladrillos y entre el espacio que dejaban, podía verse el otro lado.
Siempre del otro lado había naturaleza, de esa que se deja agarrar, acariciar o golpear, sin juicios, sin clasificaciones, sin objetivo...
Fue cuando lo pensó que su deducción lo dejó en otro lugar.
Pablo Brand
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