Molestar, irrumpir, mezclar.
Detuvo la película y se preguntó si era necesaria esa combinación.
Pasaron unos segundos, para que él se diera cuenta del paso del tiempo.
Volvió a leer.
Molestar, irrumpir, mezclar.
Desorientado, se encontró en aquella fórmula.
Para que era necesaria esa vida?
Un realidad lo golpeó en lo mas profundo de su tiempo.
Había saltado generaciones hasta llegar a ella.
Entendió las culpas de ella, la pudo mirar a los ojos como lo hacía él.
Pudo acariciarla, como lo podría haber hecho él.
Tonto! creyo poder decirle, lo que él le habria dicho y tontamente se abandonó al tiempo.
que creyo detener.
como si fuera un Dios.
para darle tiempo a ella a que llegue...
que ahora lo mire a los ojos y le diga:
-No estoy segura de haber llegado.-
Atravesar la línea, con esa suave armonía del que olvida su pasado.
Y lo mejor, fué lo que faltaba...
La vió correr hasta la luz y supo que ahora el entendía esa vieja formula:
Molestar, irrumpir y mezclarse.
Sintió el apellido de su abuela que le susurraba al oído yo, también tengo el mismo apellido.
2 comentarios:
lindo, mis letras..
Tus letras lindas, espero que vibren en tu interior y que contentas de salir, se impriman en esos tantos libros que el tiempo te traerá a la biblioteca.
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