Era como vivir en la Argentina, tenía que entender que eso que para él era un quilombo, se nutría del entendimiento de lo complicado y entrelazado en el tango se dió cuenta, que ahora entendía las cosas un poco más.
Esa distancia que marca el punto de penal, le demostró que los caminos de las palabras, siempre lo hacían navegar en la tempestad, de leyes y tiempos verbales y cómo hacía unos cuantos años que vivía en la Argentina...
Metió el gol!
Fué gracioso, el tiempo había trascendido el tiempo, el papel o la pantalla y en esa biblia junto al calefón, se sonrió cuando el resto de los jugadores lo vinieron a saludar. Era el claro ejemplo de un equipo de locos que navegaban en ese mar, también alimentado por el Río de la Plata.
Pablo Brand
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