domingo, 10 de abril de 2011

TAngo

Subidas y bajadas en esas calles empedradas.
Violentos choques con razones, que no quieren ser abandonadas.
Miradas a la nada que lo conectan con todo,
y ese recorrido veloz sobre el pentagrama.
Gracias Tango, por volverme Argentino de nuevo,
en esa mezcla de nostalgia de un abuelo Suizo,
chiflidos de milonga de la niata en el la bacha del fondo,
donde la ropa más sucia se volvía un placer.
Sos el tiempo, que lejano me trae al presente.
Tango que me viste crecer y disimulaste tu mirada
observadora de esos pensamientos que no reconocen tiempo.
Apuro de milonga, que con la ignorancia de alguien
que disfruta amurado a tu música,
se siente en la casa de su calle.
Esas velocidades, que mostras sentado
desde la ventana de un café a la noche.
Esa nostalgia que en una sintonía extraña
se puede vislumbrar la paz, que a punto de llegar,
se torna un yeite para lo que nunca estuviste preparado,
y chiflando por lo bajo, te vas sonriendo y descubriendo,
que siempre te gustaron la puertas,
que las llegadas siempre son el resumen de un gran recorrido.
Tango, se que vas a pasar, cuando seas el último,
porque asi lo quisite desde un principio.


Un saludo y muchas gracias a una banda, que con la escuza de tocar instrumentos arrancaron estas palabras a este sujeto, que con pocos adjetivos se despide, sintiendose el predicado de lo escuchado esa noche.

Muchas gracias VICEVERSA "a todo trapo" (su disco).

Pablo Brand

2 comentarios:

Maria Silvina Lamarque dijo...

me encantoo tu pasaje por el tango como se llamaba tu abuela tanguera? :)

Brandcartoon@yahoo.com.ar dijo...

La ñiata Fernandes, con "s"