miércoles, 26 de enero de 2011

del tiempo sin límites

Encontrando ese viejo camino, se sentó.

Se vió en el tiempo verbal de sus palabras
y entendió que se miraba al pasado.
Eso, ya había pasado.
Otra vez...
Se dijo.

Es tan tentador...
Como los nenes que vuelven a mirar, una y otra vez la película de la que conocen su historia. Sintiendo el control, de eso que tan extraño les parece en un principio: su vida.

Adelantando en ese tiempo, se divirtió en pensar que el futuro no exisitía, que lo único que diferencia el tiempo, es nuestro conocimiento de él.
Era inevitable la pregunta...

Qué era el presente?
Un símbolo, lo sacó, pero volvió...

Y entendió ese deseo tonto en el hombre por sostenerlo, por controlarlo, por dominarlo.
El presente era: el control de nuestros conocimientos, en el tiempo y el espacio. Ese instante, en el proceso irreal, de lo que entendemos por realidad.
Ese significado de nuestro significante y la tonta aceptación de su incuestionable tradición arraigada en nuestro ADN.

Ese discurso volcado en la detención del tiempo, que significa la escritura.

Muy buenas noches.
Brand

2 comentarios:

Anónimo dijo...

las escritura como deletreo, es solo un escalon en el entendimiento del ahora tuyo , mio y de todos La escritura omnipresente es el resultado dinamico de tu entendimiento cada vez que relees tu vida sin escribir La nada es todo

Brandcartoon@yahoo.com.ar dijo...

muchas gracias. Desde mi relectura te aludo.