Golpe duro y a la cabeza...
Lo vió así.
Dijo es genial ver como un hombre puede soportar tanta presión.
Y fue cuando lo vi salir.
Cuando vi su rezo.
Sentí que era ese observador que presencia esa información, para sentirse conocedor de ella y comprobar su existencia.
Entendió el amor en el paraiso.
Entendió la luz.
Entendió su inocencia.
Y volvió a sonreir cuando eligió olvidarse de quien era.
Brand
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