Ese camino de los dioses...
Ese tunel sin fin...
Esa luz al final...
Esas elecciones sin tiempo...
Atadas, solo a los deseos de saberse el creador de un destino.
Esa vida que anhela desiciones.
Ese Universo, que adapta su estructura al deseo de todos lo dioses, que son capaces de sentirse conductores de los deseos universales.
Ese equilibrio increible, de sentir el límite como un camino.
Esa pasión que fervorosa nos lleva a lo más alto y nos sumerje en la profundidad más oscura.
Ese estado que nos indica que el camino es largo, solo para que lo disfrutemos.
Que el llegar, es haber estado siempre.
El amor, es ese Universo, que disfruta con el tiempo y el espacio de su estado.
Pablo Brand
crónicas de esta era.
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